Volver al Periódico

Imacec de julio decepciona: Gobierno se aferra a dato no minero para evitar la crítica

Imacec de julio decepciona: Gobierno se aferra a dato no minero para evitar la crítica

La economía chilena creció 1,8%, por debajo de las expectativas del mercado, pero el Ministro de Hacienda, Nicolás Grau, prefiere celebrar una parte de la cifra. Una estrategia que busca instalar un optimismo que los datos duros no respaldan y que oculta la fragilidad del motor productivo del país.

El nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Grau, se refirió este lunes al Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio, el cual registró una expansión del 1,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. La cifra, si bien positiva, se ubicó por debajo de las proyecciones de los expertos. A pesar de la decepción del mercado, el secretario de Estado centró su discurso en el crecimiento del sector no minero para calificar el resultado como auspicioso y mantener las proyecciones del gobierno.

POR QUÉ IMPORTA

  • Incumple la meta: El 1,8% de crecimiento es una cifra mediocre y está por debajo de lo que los analistas y el propio mercado esperaban. Esto enciende una alerta sobre la verdadera capacidad de la economía chilena para recuperarse.

  • El truco del “no minero”: Al separar y celebrar el crecimiento no minero (2,5%), el ministro Grau aplica un filtro a la realidad. Si bien este sector representa el 90% de la producción, ignorar la caída del sector minero es como celebrar que un auto avanza mientras su motor principal pierde potencia.

  • La minería es el motor fiscal: La caída en la actividad minera no es un dato anecdótico. Este sector es la principal fuente de divisas (dólares) para Chile y uno de los mayores contribuyentes fiscales. Su debilidad impacta directamente la capacidad del Estado para financiar sus gastos.

  • Maquillaje verbal: El ministro habla de una “importante aceleración” al comparar julio con junio (1% de alza mensual). Usar datos de tan corto plazo es técnicamente correcto pero estratégicamente engañoso, ya que las tendencias económicas se miden en períodos más largos para evitar la volatilidad.

  • Dudas sobre el futuro: El gobierno insiste en que su proyección de crecimiento del 2,5% para 2025 sigue intacta. Sin embargo, con un rendimiento por debajo de lo esperado, esta meta se ve cada vez más voluntarista que realista, afectando la confianza para la inversión.

El discurso del ministro Nicolás Grau es un claro ejemplo de cómo la izquierda prefiere la construcción de un relato favorable antes que enfrentar la realidad económica. La estrategia de desglosar las cifras hasta encontrar un dato positivo es una maniobra comunicacional que no soluciona el problema de fondo: la falta de confianza y los malos incentivos generados por este gobierno.

El sector minero no cae por “planes transitorios” o mala suerte, como se intenta sugerir. Cae porque la inversión a gran escala, que es la que mueve la aguja en minería, requiere certezas jurídicas, respeto a la propiedad privada y un ambiente pro-negocios. Todo lo que el gobierno del Presidente Boric ha puesto en duda con sus reformas tributarias, su retórica anti-empresarial y su coqueteo con ideas que debilitan los derechos de propiedad.

Un Estado fuerte y serio no se dedica a la propaganda, sino a crear las condiciones para que la inversión florezca en todos los sectores. En lugar de celebrar cifras a medias, el Ministerio de Hacienda debería estar enfocado en reducir la burocracia, garantizar un sistema tributario estable y competitivo, y dar señales claras de que en Chile el que arriesga su capital para crear empleos será respetado y no visto como un enemigo. El crecimiento mediocre no es un accidente, es el resultado directo de una mala gestión y una peor ideología.

OBJECIONES Y RESPUESTA

  • Objeción: "Es una buena noticia que el sector no minero crezca al 2,5%, ya que ahí se genera la mayor parte del empleo. La caída minera es temporal y no debería opacar el dinamismo del resto de la economía".

  • Respuesta OPL: Esta visión es peligrosamente cortoplacista. Primero, calificar una caída minera como "temporal" es un acto de fe. Las inversiones en minería toman años en madurar y la incertidumbre regulatoria actual tiene efectos a largo plazo. Segundo, la economía es un sistema interconectado. Los ingresos de la minería financian gran parte del gasto público y mueven una vasta cadena de proveedores y servicios, muchos de los cuales pertenecen al sector "no minero". Un motor minero débil terminará, tarde o temprano, frenando al resto del carro. Celebrar el crecimiento de una parte mientras la otra se debilita es ignorar que el bienestar de Chile depende de un ecosistema económico sano en su totalidad, no solo en sus partes más convenientes para el discurso oficial.

El voluntarismo y el optimismo forzado no generan crecimiento ni empleos. Chile necesita urgentemente un retorno al sentido común: orden, reglas claras y respeto por la propiedad para recuperar la senda de la prosperidad.

Para recibir análisis claros y sin maquillaje, suscríbete a nuestra lista de difusión por WhatsApp.

FUENTES CONSULTADAS