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IA derrota al ACV: La tecnología que triplica la recuperación de pacientes en Inglaterra

IA derrota al ACV: La tecnología que triplica la recuperación de pacientes en Inglaterra
Un software de inteligencia artificial reduce a la mitad el tiempo de diagnóstico de un ataque cerebrovascular (ACV), triplicando la cantidad de pacientes que se recuperan sin secuelas graves. Una lección sobre cómo la innovación y la eficiencia deben guiar la salud pública.

El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra ha implementado un revolucionario software de inteligencia artificial en la totalidad de sus 107 centros especializados en ataques cerebrovasculares. Esta tecnología analiza tomografías computarizadas (escáneres cerebrales) en solo un minuto para identificar el tipo y la gravedad del ACV, permitiendo a los médicos decidir el tratamiento más adecuado —fármacos o cirugía— de forma casi inmediata. El sistema ha logrado reducir el tiempo promedio entre el ingreso del paciente y el inicio del tratamiento de 140 a 79 minutos.

POR QUÉ IMPORTA

Esta noticia, aunque ocurra en otro continente, es un llamado de atención para la gestión de la salud en Chile. Su impacto se puede desglosar en los siguientes puntos clave:

  • Vidas salvadas y calidad de vida: La intervención rápida es crucial, ya que se estima que un paciente pierde dos millones de neuronas por minuto durante un ACV. Al triplicar la tasa de recuperación sin discapacidad grave (del 16% al 48%), esta IA devuelve la independencia y la capacidad de trabajar a miles de personas.

  • Eficiencia radical del gasto público: Un paciente recuperado y funcional es un activo para la sociedad. Uno con secuelas graves representa un altísimo costo a largo plazo para el Estado y su familia en rehabilitación y cuidados. Invertir en tecnología que previene la discapacidad es fiscalmente más responsable que solo financiar las consecuencias.

  • La tecnología como herramienta, no como fin: Este no es un caso de reemplazo de médicos por máquinas. Al contrario, la IA actúa como una herramienta de apoyo que potencia la capacidad del personal médico existente, permitiéndoles tomar decisiones más rápidas y certeras. Es el modelo de un Estado que usa la innovación para ser más eficaz.

  • Lección para Chile: Mientras nuestro sistema de salud pública a menudo se debate entre la falta de especialistas y las largas listas de espera, esta es una prueba de que la solución no siempre es más burocracia o más personal, sino la adopción de tecnologías que multiplican la efectividad de los recursos que ya tenemos.

Este avance en la medicina británica es un ejemplo magistral de cómo los principios de libertad, incentivos y eficiencia pueden converger para el bien común, incluso dentro de un sistema estatalizado como el NHS. La inteligencia artificial no surgió de un comité gubernamental, sino de la innovación del sector privado, impulsada por la competencia y la búsqueda de soluciones. El Estado, en su rol correcto y limitado, actúa como un comprador inteligente que adopta la mejor tecnología disponible para cumplir su función esencial: proteger la vida de sus ciudadanos.

Desde una perspectiva nacional-libertaria, este caso refuta la idea estatista de que el progreso depende exclusivamente del aumento del tamaño del aparato público. La solución a un problema crítico de salud no fue contratar a miles de nuevos radiólogos, sino implementar una herramienta que hace el trabajo de los existentes exponencialmente más productivo. Se optimizan los recursos, se salvan vidas y se reduce la carga fiscal futura que implican los cuidados a largo plazo.

Para Chile, la lección es clara. Debemos fomentar un ecosistema donde la innovación tecnológica sea vista como una aliada estratégica del Estado, no como una amenaza. El foco debe estar en los resultados para el ciudadano: menos tiempo de espera, diagnósticos precisos y una mayor probabilidad de vivir una vida plena y libre tras una emergencia médica. Este es el camino de un Estado moderno y eficaz, no uno anclado en soluciones burocráticas del siglo pasado.

OBJECIONES Y RESPUESTA

  • Objeción: "Esa tecnología debe ser carísima y no es aplicable a la realidad de Chile. Además, la IA podría dejar sin trabajo a los médicos especialistas".

  • Respuesta OPL: Esta objeción confunde gasto con inversión. El costo de una licencia de software es insignificante comparado con el costo de por vida de mantener a una persona con discapacidad severa, quien deja de producir y requiere asistencia permanente. La inversión se paga sola al reducir la dependencia y los gastos en rehabilitación. Respecto al empleo, la IA no reemplaza al médico; lo potencia. Es una herramienta de apoyo que filtra la información y acelera el diagnóstico, permitiendo que el especialista se concentre en la decisión clínica final, el tratamiento y los casos más complejos. La tecnología bien aplicada no destruye el trabajo cualificado, lo eleva.

El caso inglés demuestra que la eficiencia y la innovación son los verdaderos motores del progreso en la salud pública. Chile debe mirar estos ejemplos para modernizar su gestión, priorizando la vida y la libertad de sus ciudadanos por sobre la burocracia.

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FUENTES CONSULTADAS: