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Atacama: Megaproyecto de energía y baterías vende fase clave a fondo europeo por US$ 475M

Atacama: Megaproyecto de energía y baterías vende fase clave a fondo europeo por US$ 475M
La española Grenergy vende una parte de su proyecto estrella de almacenamiento energético a un conglomerado europeo. La operación valida el potencial de Chile, pero abre un debate necesario sobre la propiedad y control de nuestra infraestructura energética estratégica.

La compañía española de energías renovables, Grenergy, anunció un acuerdo para vender la cuarta fase de su megaproyecto "Oasis de Atacama" a fondos de inversión gestionados por CVC DIF, una firma europea especializada en infraestructura. La fase, llamada "Gabriela", consiste en una planta de 272 MW de capacidad solar combinada con un sistema de almacenamiento de 1.100 MWh en baterías.

La transacción alcanza un valor de hasta 475 millones de dólares y se concretará una vez que la planta entre en operación, proyectada para el primer semestre de 2026. Grenergy seguirá a cargo de la operación y mantenimiento por cinco años, asegurando la continuidad operativa.

POR QUÉ IMPORTA Esta noticia, que parece lejana, tiene implicancias directas para la seguridad y el costo de la energía en Chile. Aquí te lo explicamos en simple:

  • Valida a Chile como polo de inversión: Confirma que nuestro país sigue siendo un destino atractivo para grandes capitales extranjeros en un sector de futuro como la energía, atrayendo tecnología y dólares a la economía.

  • El futuro es híbrido (solar + baterías): Esta venta demuestra que el modelo de negocio más rentable y seguro ya no es solo generar energía solar, sino poder almacenarla. Esto es clave para dar estabilidad a la red eléctrica y usar energía limpia de noche.

  • Soluciona un problema clave: Proyectos como este ayudan a resolver el "vertimiento", que es cuando se pierde energía solar porque la red no puede transportarla. Almacenarla en baterías permite inyectarla cuando más se necesita.

  • Propiedad de infraestructura crítica: Revela que los dueños finales de nuestra infraestructura estratégica son, cada vez más, fondos de inversión globales. Esto no es bueno ni malo en sí mismo, pero exige un Estado fiscalizador y no ideologizado.

  • Modelo de negocio dinámico: Grenergy usa el dinero de esta venta para financiar otros proyectos. Es un ciclo virtuoso del capital privado: construir, vender para obtener liquidez y reinvertir en nuevo crecimiento, generando empleo y actividad.

Desde una perspectiva nacional-libertaria, esta operación es un claro ejemplo del poder del libre mercado y la propiedad privada. Grenergy, asumiendo un riesgo, invirtió y desarrolló un activo de alto valor. Ahora, ejerce su derecho de propiedad vendiéndolo a quien ofrece el mejor precio. Este es el motor de la eficiencia y la innovación; un ciclo que el estatismo jamás podría replicar con la misma agilidad.

El rol del Estado en este escenario no es intervenir ni competir, sino garantizar un marco de reglas claras y estables que protejan los contratos y atraigan más inversiones como esta. La soberanía no reside en que el Fisco sea dueño de los activos, sino en su capacidad para establecer una regulación inteligente que asegure que, sin importar quién sea el propietario, la infraestructura opere en beneficio de la seguridad y el abastecimiento de los chilenos. La energía es un pilar de la seguridad nacional, y su desarrollo debe estar en manos de quienes demuestren ser más eficientes, bajo un estricto marco de supervisión que proteja el interés nacional.

OBJECIONES Y RESPUESTA

  • Objeción Común: "Pésima noticia. Estamos vendiendo nuestra soberanía energética a capitales extranjeros que solo vienen a lucrar y se llevarán las ganancias del país".

  • Respuesta OPL: Esa es una visión estatista y anacrónica. Primero, la inversión de US$ 475 millones entra a Chile para financiar la construcción y pagar empleos y proveedores locales. Segundo, los activos físicos (la planta y las baterías) no se mueven de Atacama; quedan aquí, operando bajo ley chilena y pagando impuestos en Chile. El lucro es la recompensa legítima por el riesgo y el capital invertido, y es lo que atrae el desarrollo. La verdadera soberanía es tener un sistema energético robusto y confiable, no la propiedad estatal de empresas ineficientes. Es preferible infraestructura de punta en manos privadas eficientes que "elefantes blancos" financiados con el bolsillo de todos los contribuyentes.

La venta del proyecto Gabriela es una señal positiva sobre la confianza en el mercado chileno. Demuestra que el capital privado es el motor más eficaz para modernizar nuestra matriz energética. El desafío para Chile es mantener un Estado que cumpla su rol: fiscalizar con firmeza, garantizar la competencia y defender el interés nacional con reglas claras, no con una ideología estatista que solo ahuyenta el progreso.

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FUENTES CONSULTADAS